NOTAS
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Ser "humano"
La transformación llegó para quedarse, venimos de un mundo que de alguna manera era predecible y binario, a otro mundo que no deja de cambiar. La mayoría de las cosas aprendidas hoy están en desuso y muchas de las verdades que teníamos como ciertas hoy ya no aplican. En definitiva, de lo que se trata es de “ser humano”.
Ahora bien, ¿cómo serán nuestros caminos profesionales? ¿qué tipo de inteligencia es la que se requiere? ¿qué educación será la adecuada? ¿qué habilidades tendremos que entrenar? ¿lo único constante será el cambio? Las respuestas a estos y otros interrogantes nos darán una idea de lo que se viene.
Carrera circular
De un mundo donde los pasos estaban establecidos y se nos dirigía la carrera, pasamos a ser los protagonistas de nuestros caminos teniendo que diseñar y pensar nuestro futuro de una manera más orgánica, a esto se le llama job crafting. A la oportunidad no hay que esperarla, sino que hay que salir a buscarla.
Sabemos que vamos a pasar por distintas modalidades de contratación, siendo hoy el emprendedurismo lo más buscado como opción por los jóvenes. Las compañías más innovadoras buscan emprendedores internos, personas que vayan más allá de su rol, que gestionen proyectos, que asuman riesgos y nuevos desafíos constantes.
La hora de la horizontalidad
Venimos de años de estructuras con decenas de niveles jerárquicos y jefes autoritarios, donde solamente el poder y el saber lo tenían los números uno, en la actualidad se opta por la horizontalidad desde un liderazgo inclusivo que pueda influir y guiar con humildad, trabajando en ecosistemas con climas positivos que propicien el aprendizaje trabajando equipos y por proyectos. Todos tenemos algo para enseñar y para aprender.
En la diversidad está la riqueza
En los antiguos procesos de selección se buscaban clones y patrones rígidos, hoy se pone mucho más foco en el individuo, su propósito, sus habilidades blandas y lo que este pueda aportar desde lo genuino, sabiendo que en la diversidad hay riqueza e innovación y eso potencia a los equipos. Cada uno desde sus diferencias tiene algo para aportar.
Abrazar el cambio
Antes se privilegiaban los perfiles que permanecían largos años en su rol, con crecimiento ascendente y cuantos más años se estaba en una organización mejor. Hoy los ciclos de vida en un rol y organización son cada vez más cortos.
Lo único constante va a ser el cambio, y esto vale y atraviesa a todas las generaciones. Es clave desarrollar nuestra flexibilidad, nuestro poder de adaptación y nuestra resiliencia frente a la transformación que se vive en todos los roles e industrias. Tener la curiosidad para aprender y trabajar en otras áreas, especializarse en nuevas disciplinas y explorar nuevas oportunidades va a ser una constante en el futuro.
Huir de la mentalidad fija
Una mentalidad fija sostiene que solo ciertas personas son buenas en ciertas cosas, y el resto solo pueden ser tan hábiles como su inteligencia lo permita. Como dice Carol Dweck, las personas con mentalidad de crecimiento creen que el verdadero potencial de una persona es desconocido, toman riesgos sin temer al fracaso porque saben que se obtendrán lecciones valiosas a través del proceso, independientemente del resultado.
La educación tradicional ya no alcanza
Con tanta evolución ya no alcanza con la educación tradicional y formal, en la actualidad hay que ser autodidacta y aprender continuamente en el hacer, tiene que ser una práctica diaria. Hoy en día abundan las opciones de cómo, cuándo, dónde y con quién aprender, y no es necesario que sea solamente en un aula tradicional.
Hay que permitirse fallar y no saber
Reconocer que no sabemos, que somos vulnerables y que podemos equivocarnos, y que de alguna manera más allá de que a nuestros cerebros no le guste la incertidumbre, tendremos que estar preparados para improvisar sobre la marcha. Entrenar la resiliencia para estar mejor preparados frente a lo inesperado.
Hacia una educación integral
No es que una inteligencia emocional es más importante que la intelectual, es que el mundo durante mucho tiempo privilegió lo cognitivo, lo lógico, el promedio, en la actualidad la educación tiene que ser integral. Sabemos que el futuro es emocional, se nos va a valorar más por nuestras habilidades blandas. Frente al avance de la automatización, tenemos la oportunidad y el desafío de hacer que nuestros trabajos y emprendimientos desborden de ¨humanidad¨, por esto es vital fortalecer y cultivar la empatía. Es una cualidad humana y social clave que difícilmente sea reemplazada por los robots.
El futuro es de las personas que aprenden
El futuro es de las personas que aprenden, no de las que saben. Y agregaría que es de las personas que empujan límites, se cuestionan lo que saben y tienen la capacidad de adoptar el modo aprendiz y beta. Que son capaces de transformar su propia realidad y de los que lo rodean. La experiencia es importante, pero hoy vale más la capacidad de aprendizaje y la agilidad para responder a estos tiempos de cambio.
Poner en el centro a lo humano, somos las personas que tenemos que cambiar, desaprender, reaprender y sumar nuevos conocimientos y habilidades. No hay evolución ni avance sin personas que acompañen este progreso. Revalorizar desde una mirada posibilista aquello que nos hace únicos e irrepetibles y nuestros valores.
En definitiva, solo se trata de ser “humanos”.
Gaby.-
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¿Cómo podemos entrenar la resiliencia?
La resiliencia es la capacidad de rebotar y salir fortalecido, y así generar nuevas oportunidades.
Todos podemos ser resilientes, por eso a la resiliencia hay que aprenderla, desarrollarla, entrenarla y promoverla.
Estamos viviendo momentos de mucha incertidumbre, donde la pandemia se nos presentó como un acontecimiento sorpresivo y no previsto. Es lógico y natural que nos sintamos vulnerables y con las emociones a flor de piel.
La resiliencia es de las competencias que más nos puede ayudar a enfrentar y a superar las adversidades, las crisis y los obstáculos.
¿Qué podemos hacer para entrenar la resiliencia?
.Hacer comunidad y rodearnos en círculos de empatía.
La capacidad de dar y de recibir afecto es la principal fuente de resiliencia. Los vínculos tejidos de resiliencia nos permiten sobrellevar y superar los momentos más inciertos.
.Expresar gratitud
Que es lo que si tengo y agradecer por eso. La gratitud nos ayuda a poner en perspectiva las cosas, a ser más optimistas, a ver el vaso medio lleno y a transformar las emociones negativas.
.Invertir en autoconocimiento y escribir acerca de nuestras emociones y sentimientos
Escribir sobre lo que sentimos o nos está sucediendo es una actividad que nos ayuda a regularnos emocionalmente y a fortalecernos interiormente.
.Cuidarnos
Hacer ejercicio regularmente, meditar y alimentarnos bien; es beneficioso tanto para la salud física como psicológica. Mens sana in corpore sano.
.Aprender y practicar la mentalidad de principiante
Estos son tiempos de grandes aprendizajes, y de revisar que es lo que ya nos nos sirve o que tendremos que reaprender.
.Conectar con la creatividad
Todas las actividades artísticas y manuales son muy beneficiosas.
.Practicar el humor
.Buscar nuestro propósito, sentido y huella.
Buscar nuevas opciones desde una mirada posibilista y promover nuevas oportunidades.
Darwin dijo "no sobrevive el más fuerte, sino el que mejor se adapta al cambio." Y no se trata sólo de "sobrevivir" si no de vivir. Y vivir en positivo el mayor tiempo que seamos capaces depende en gran parte de nosotros y de la capacidad que tengamos para modificar nuestro pensamiento "en tiempo real" para sentir en positivo "en tiempo real". Esto es "resiliencia en tiempo real".
Gaby.-
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¿Qué sería diferente si aprendiéramos Educación Emocional desde chicos?
Hace tres semanas lancé esta pregunta en mis redes y llegaron cientos de respuestas. Todas interesantes y curiosamente, muchas de ellas se repetían.
Algunas de las respuestas fueron las siguientes:
-Me conocería más.
-Nos podríamos autogestionar, flexibilizar y adaptar mejor a los cambios.
-No subestimaríamos la importancia de la salud mental y tendríamos una mejor calidad de vida.
-Tendríamos conciencia para registrar y conectarnos con nuestros propios sentimientos y emociones.
-Seríamos empáticos y compasivos con nosotros mismos.
-Los sentimientos se considerarían fortalezas y no debilidades.
-Me hubiera ahorrado mucho pesar que me generaba si me veían llorar.
-Me permitiría llorar delante de las personas, cuando era chico me dijeron que los hombres no lloran.
-Creo que ante situaciones de stress, temor e inseguridad estaría dotada de más herramientas.
-Todos escucharían más y juzgarían menos.
-Seríamos más empáticos con los demás.
-Seríamos más fuertes ante situaciones que vivimos de grandes.
-Buena pregunta, creo que tendríamos más pistas para manejar la incertidumbre.
-Sería un hábito el manejo de nuestras emociones, tendría hasta una mejor salud.
-Los jefes serían más humanos y sabrían como liderar personas.
-La inteligencia emocional sería tan importante en las escuelas como las matemáticas, la lengua y las ciencias.
-Prestaría más atención a mi entrenamiento emocional, y no solo a mi entrenamiento físico.
-No tendría miedo de mostrar mi vulnerabilidad, temor y fragilidad.
-Viviría una vida con propósito.
-Me animaría a trabajar de lo que me gusta y no de lo que me da dinero.
-Habría menos gente deprimida.
-Habría más colaboración y menos competencia.
-Seríamos más libres, auténticos y empáticos. Nos aceptaríamos más.
-Nuestros vínculos de pareja y de familia serían menos conflictivos y más fuertes.
-Las relaciones serían más armoniosas.
-Las personas buscarían continuamente una mejor versión de sí mismas.
Los adultos no tuvimos aprendizaje emocional. Se daba por supuesto era algo de lo que teníamos que aprender en el camino. Mostrar emociones se ha entendido, tradicionalmente y en determinados ámbitos, como un signo de debilidad. Tener sentimientos no era visto como algo bueno.
Las personas no profundizábamos en autoconocimiento ni mucho menos se planteaba la idea de gestionar nuestros sentimientos. Por eso en este contexto de tantos cambios e incertidumbre, es necesario incorporar la educación emocional en nuestras vidas cotidianas.
Desde que comenzó la pandemia aumentaron las preguntas sobre la gestión de las emociones y el entrenamiento de la inteligencia emocional, suelo decir que estamos viviendo la “era de las emociones”. Lo cierto es que hoy se tiene que enseñar y entrenar en inteligencia emocional a las personas de todas las edades, desde el nivel inicial del jardín de infantes hasta el Ceo de una organización.
Como Especialista en Inteligencia Emocional, creo que si hay algo bueno que nos trajo esta pandemia, es que todos estamos siendo más conscientes de nuestros estados emocionales, nos acostumbramos a hablar de cómo nos sentimos, y a buscar alternativas para gestionar los sentimientos en este mundo incierto que nos pide liderar nuestro cambio y rediseñarnos en tiempo real.
Nuestras emociones y sentimientos esculpen nuestro mundo más personal, son fundamentales en nuestro comportamiento, para crear identidad y nuestro estado de salud físico y mental. Por eso, es importante darnos permiso para sentir y reconocer lo que sentimos, ya que todas las emociones son necesarias, aunque algunas son más facilitadoras de nuestro bienestar.
Según Aristóteles, “Educar la mente sin educar el corazón, no es educar en absoluto”. Se trata de integrar, de tomar conciencia y de entender que todo está conectado y que no nos podemos olvidar y escindir del componente emocional, de lo que nos hace humanos.
Y ustedes, ¿qué creen?, ¿qué sería diferente si aprendiéramos Educación Emocional desde chicos?
Gaby.-
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Rediseñate
Cinco claves -y muchas preguntas- para rediseñar y repensar tu camino laboral.
“Hoy nos toca vivir la mayor transformación jamás antes vista, tiempos de incertidumbre y de cambios acelerados, en donde todos estamos híper conectados, exigidos y demandados”, nos dijo Gaby Hostnik, especialista en Inteligencia Emocional, creadora de Rediseñate, Coach Laboral & Facilitadora de proceso de transformación profesional y cultural. Entre tanta transición y turbulencia, es muy importante poder parar la pelota y reflexionar acerca de nuestros caminos profesionales.
¿Cuál es la gran certeza en este contexto? Que lo único constante va a ser el cambio. ¿Y cómo podemos entrenarnos para transitar estos tiempos de adversidad? Con creatividad, resiliencia y flexibilidad a las nuevas demandas.
Cinco claves cargadas de preguntas, para activar tu rediseño
Liderá tu cambio
El viejo mundo tal como lo conocíamos hasta ahora, no existe más. Pero el nuevo mundo aún no terminó de consolidarse. En esta transición, los emprendedores, los independientes y los empleados estamos llamados a transformarnos. Para iniciar cualquier proceso de cambio primero tenemos que:
Gaby.-
- Saber por qué y para qué deseamos realizar el cambio.
- Creer que podemos hacerlo.
- Saber desde dónde partimos en el proceso de transformación.
- Saber cómo hacerlo.
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